Concepto de Sentido Común

SENTIDO COMÚN

Existen varias acepciones de “sentido común”. Entre ellas, podemos citar aquella que lo define como el conjunto de los saberes ordinarios que suscribe una colectividad en un tiempo y un lugar dados; conjunto que sería superado por aquellos saberes más refinados y completos del conocimiento científico.
También se concibe al sentido común como una manera de ver el mundo o bien aquella “mentalidad” o “ideología” que las estructuras sociales y culturales vigentes les imponen a los individuos de un modo inconsciente e involuntario. Teniendo en cuenta estas definiciones, el sentido común es siempre una mentalidad culturalmente acotada y cambiante, según las circunstancias y los contextos socio-históricos en que nos ubiquemos.
Otras veces, se lo identifica con el “buen sentido” o “buen juicio”, “sensatez” o “razonabilidad”. De esta forma, el sentido común es siempre bien ponderado y es algo valorado por encima del conocimiento científico o de los juicios de los sabios, los intelectuales o los filósofos y científicos. Mientras que en cuanto ideología dominante o saber ordinario, el sentido común es despreciado y considerado “inferior” al saber o conocimiento científico.

La filosofía del sentido común

El escocés Thomas Reid (1711-1796) fue el filosófo moderno más interesado en la temática del sentido común y quizás al auténtico “padre” o fundador de la moderna filosofía del sentido común. Según esta teoría, en última instancia, el sentido común sería madura, oportuna y atinada capacidad de juicio; sensatez o sentido común “sensato”, mientras que en principio o en primera instancia, sería la forma específicamente humana de percibir el mundo y de entenderlo y actuar en él.
Esto se deriva de que en su teoría, Reid afirmaba que, en principio, el sentido común es la forma específicamente humana de percibir el mundo, y también de entenderlo y de actuar en él. Pero a partir de esta forma quedaría en claro que los mecanismos con los que “funcionamos” en nuestro contexto mundano son algo más que principios de interpretación de lo percibido, lo recordado o lo pensado -inferido racionalmente o imaginado-. La interpretación, en efecto, sería una de las instancias posibles de ese juicio o enjuiciamiento de todo lo que hacemos, percibimos, recordamos, razonamos o imaginamos o concebimos. En última instancia, los principios del sentido común son principios para juzgar, para enjuiciar. Un juicio es, en rigor, el veredicto o sentencia que emitimos ante la ponderación de evidencias de diferentes clases -perceptibles, memorísticas o racionales- y con la ayuda de un código de principios para juzgar que es, en principio, cultural, pero es, a final de cuentas, el propio de nuestra especie humana en tanto que primeros principios del sentido común “común” a todos nosotros como seres humanos.


El sentido común en la investigación científica

Si nos referimos al papel del sentido común en la investigación científica, natural o social, podríamos pensar que no es un mero telón de fondo a eliminar ya que no se debe confundir al sentido común con cosas tales como el saber ordinario, las visiones simplistas del mundo o de la vida o las mentalidades culturalmente impuestas a los individuos de determinados momentos y lugares. El papel del sentido común en la investigación científica es el de hacer valer en ella la sensatez; la madura, oportuna y atinada capacidad de juicio; la razonabilidad. Con plena independencia de sus teorías y programas de investigación, los científicos asumen tácita y permanentemente ciertos principios “de sentido común” que son aquellos mismos que les permiten continuar haciendo ciencia.
Es preciso tomar en cuenta que los principios del sentido común tienen siempre una expresión cultural e históricamente acotada, y por lo tanto, una formulación vaga, parcial y perfectible.


El sentido común en Gramsci

Para Gramsci el sentido común es una concepción del mundo que se le impone a los sujetos desde el exterior por los diferentes grupos sociales en los que están insertos.
Él llama sentido común de la gente, al modo común de pensar de la sociedad civil (pueblo o habitantes de un determinado país) que históricamente prevalece entre sus miembros. De esta manera, existen muchos sentidos comunes, es decir muchas concepciones del mundo diferentes, y no se puede hablar de un único sentido común por su carácter histórico e ideológico.
Los sujetos están, desde su nacimiento, insertos en el sentido común, por lo que se les presenta como natural; y quedan posicionados en una actitud de pasividad frente al mundo por la concepción estática que tienen de la realidad.

Según Gramsci, para imponer un cambio ideológico es necesario comenzar por lograr la modificación del modo de pensar de la sociedad civil a través de pequeños cambios realizados en el tiempo en el campo de la cultura. Para ello, hay que construir un nuevo pensamiento, esto es, un sentido común que sustente la hegemonía de la cultura dominante. Para Gramsci lograr que la sociedad civil alcanzara un nuevo modo de “ver la vida y sus valores”, es más importante y prioritario que alcanzar el dominio de la sociedad política (conjunto de organismos que ejercen el poder desde los campos jurídico, político y militar).

El sentido común opera como un sustento de la hegemonía que les permite a las clases populares insertarse en la cultura dominante. Es en el contenido del mismo del sentido común donde se puede ver la influencia de la ideología dominante, ya que en él se encuentran sedimentados diferentes elementos de etapas históricas y clases diferentes, elementos heterogéneos que poco tienen que ver con las condiciones reales de existencia.

FUENTES:
- http://www.conocimientoysociedad.com/sentidocomun.html:
HERNANDEZ PRADO, José. “El papel del sentido común en la investigación científico social”. Conferencia dictada en la Universidad Mesoamericana. Oaxaca. 24 de mayo de 2001.
- GRAMSCI, Antonio. “Introducción a la filosofía de la praxis”

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